Cortometraje Alto sauce - Director Fernando Pomares publié le 31/03/2013  - mis à jour le 24/04/2019

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Analyse : ALTO SAUCE, de Fernando POMARES.

Analyse et transcription des scripts proposées par monsieur Javier Eleno Cames

Veinte años atrás, en Alto Sauce, pueblecito de la provincia de Teruel, sucedió un crimen sórdido. Un crimen cuyas circunstancias no se esclarecieron en su momento y que siguen siendo confusas dos décadas después.
 

En “Alto Sauce” asistimos a un juego de espejos entre el presente y el pasado, entre los testimonios de ayer y los de hoy. Marcados por un ritmo parsimonioso y un silencio sepulcral de los que prefieren no salir de la incertidumbre ni dar más claridad a lo que les deshonra.
 

El 20 de marzo de 1981 Clara Ruiz, adolescente de 16 años, desapareció del pueblo, en circunstancias nebulosas. Tres días más tarde uno de los vecinos de la localidad, Carlos Izquierdo, que solía ir a cazar, según su declaración, la encontró en el bosque, medio desnuda, con contusiones, seguramente desmayada. La llevó en brazos hasta el pueblo.
 

Se acusó en aquel momento a Rubén Pons, procedente del pueblo vecino y posible pareja de la víctima, a quien se detuvo como presunto culpable de secuestro y violación de Clara Ruiz. Rubén Pons, prófugo, fue arrestado por la Guardia Civil en una cabaña, cerca del río Pitarque. Rubén Pons terminó por suicidarse en su celda. Algunos vecinos declararon en su día que vieron a Rubén Pons con Clara Ruiz la tarde de los hechos. Y sobre todo le mentaron. El caso es que Clara Ruiz nunca le acusó directamente, quizás queriendo honrar su memoria. Ni siquiera quiso reconocerlo en una fotografía.
 

Clara Ruiz fue declarada no apta para prestar declaración cuando ocurrieron los hechos, pues los psicólogos consideraron que se encontraba en un estado de salud mental frágil para declarar.
 

Entre tanto, se recuperan grabaciones de las declaraciones prestadas veinte años antes. La de Carlos Izquierdo, quien encontró a la víctima, primo político de Clara Ruiz. La de Pedro Tristán, carpintero, que solía ir a talar al bosque. La de la señora Juliana, vecina de Clara Ruiz. Casi todos los testimonios convergen en la figura de Rubén Pons, presa fácil teniendo en cuenta que ya no podrá prestar declaración ni defenderse.
 

Clara Ruiz sale de su silencio veinte años después. Explica los hechos tal y como ella los vivió. La golpearon por la espalda en el bosque. La llevaron a un zulo. La ataron. Un grupo de personas.
Y la violaron. Al menos “uno de ellos”. Cuando consiguió desatarse, al día siguiente, anduvo errante por el bosque, hasta que se desmayó.
 

Al final se retoma una grabación del interrogatorio de Clara Ruiz adolescente, quizás cuando los psicólogos decidieron que ya podía declarar. En el que le presentaron varias fotografías. Y en el que reconoció a Pedro Tristán y a Carlos Izquierdo. Pero a los que eximió de toda culpa.
Por último le mostraron una tercera fotografía. ¿Acaso la de Rubén Pons ? En todo caso no lo reconoció. O no quiso reconocerlo. Veinte años después tampoco quiso acusarlo.
 

El escabroso crimen de Alto Sauce sigue sin esclarecerse.