según una página de 20minutos.es

LA ODISEA DE LOS CAYUCOS (III)

Miedo, desesperación y 31 horas en el mar para llegar a Gran Canaria

RAY ESCOBAR. 20.09.2007

¿Qué pasó al llegar a la playa?
Ayudamos a echar la patera al agua. Montamos los depósitos de gasolina, 5 de 60 litros cada uno. El patrón montó el motor (de 25 caballos) y el aparato para saber donde está uno (GPS).

Cinco horas después no veían las luces de la costa. Se quedaron a oscuras totalmente hasta que el sol comenzó a despuntar. El bamboleo de la patera hizo estragos en casi todos. Las náuseas se hicieron incontenibles y repetidas durante el viaje. Las provisiones que llevaban ni las tocaron.

Las ballenas, otro peligro. Si topaban la patera se iban al fondo con todas sus ilusiones. Achicaban1 el agua que entraba. Surgió el calor del verano. Nadie hablaba. Todos oraban. Se sentían perdidos. De nuevo la noche y el frío más palpable por la brisa.

Antes de dormir hicieron planes, acumularon fortunas, ayudaron a sus familias, se casaron, tuvieron hijos, volvieron envueltos en fama y fortuna a sus pueblos .

¿Qué pasaba por sus cabezas en esos momentos?
Sólo las oraciones. Cuando dejábamos de orar, miedo. Cuando vimos la primera luz en el horizonte nos volvió la vida al cuerpo. El patrón dijo que todavía faltaban casi 5 horas. Que nos quedáramos tranquilos.

El patrón seleccionó el lugar donde varar2 la patera. Cambió el rumbo hacia donde no había luces. El amanecer mostró su destino. Saltó en todos otro temor : que los descubriera las patrulleras españolas.

Finalmente, después de 31 horas de travesía, la patera topó en la orilla y todos saltaron dispersándose con toda la rapidez que sus disminuidas fuerzas le permitieron. Algunos ayudaron al patrón a devolver la patera al mar con el motor encendido y con rumbo desconocido. Corrieron hacia los riscos3 en busca de un refugio, de un lugar que les permitiera esconderse hasta la noche cuando buscarían un teléfono para llamar a sus familiares y avisarles donde estaban.

Desembarcaron sus sueños, sus ilusiones, su hambre... ahora son un número más en las estadísticas. Suerte que llegaron vivos y no hicieron el viaje para terminar enterrados en una tumba sin nombre de las más de 300 que ya existen.

1- achicaban : verbe achicar = écoper (enlever l'eau)
2- varar = échouer
3- riscos = rochers